- Niños, adolescentes, adultos y personas mayores.
- Niños con retardos del lenguaje y trastornos evolutivos.
- Personas con enfermedades neurológicas y lesiones vasculares o traumáticas.
- Personas con voz de uso profesional: maestros, locutores, comerciales.
- Personas con dificultades auditivas, con audífonos o implantes.